lunes, 9 de diciembre de 2013

Fuegos artificiales y latidos naturales


Que feo fue despertar con un dolor de cabeza infernal aunque nada que una pastilla no pueda solucionar. Al buscar la pastilla, no lo podía creer!, no estaba en mi departamento, estaba todo limpio, arreglado, ese no podía ser mi departamento, Alonso se había pasado toda la noche arreglando y hasta preparó el desayuno. Ay, me hizo sentir obligada a hacerle un favor, pero el sentimiento se me pasó cuando recibí una llamada. Era un tal Carlos, no sabía que tan importante iba a ser en mi vida hasta que lo conocí. Era el chico con el me había alucinado desde que lo vi, el morocho, pero que morocho!.

Me invitó a almorzar, hablamos hasta por los codos. Caminando me tomó del brazo y me besó. Sentí fuegos artificiales en mi estomago, mi corazón latió tanto que pensé que estaba teniendo un paro cardíaco. No quería que el tiempo pasará tan rápido. Quería quedarme entre sus brazos, me sentía tan protegida entre esos músculos tan bien formados. Fuimos al cine, no dejamos de besarnos en ningún momento, hasta se quejaron por la bulla de nuestros besos. Saliendo del cine, Carlos me preguntó si me podía dejar en mi departamento, a lo que yo no me hice de rogar y asentí. Caminamos agarrados de las manos, hasta que vi a Alonso en la puerta de mi edificio. No tuve ganas de darle explicaciones de porque estaba agarrada de la mano con un chico, así que nos soltamos.

-- Laura, te llamé y como no contestabas pensé que te había sucedido algo, pero ya veo que no- Alonso volteó como para examinar a Carlos- hola ¿y tu eres?
-- Creo que me mejor me retiro, cuídate Laura.-al ver que Laura asintió, tomó un taxi y se marchó.
-- ¿Que te pasa, Alonso? Es solo un amigo, no eres mi enamorado como para ponerte en ese plan! Ya me harte de esto.
-- Lo siento, perdóname ¿si?

Me siguió hasta que le cerré la puerta de mi departamento en la cara, pero cuando vi mi departamento tan ordenado y limpio gracias a él, me sentí fatal de hacerle eso. Para cuando le abrí la puerta, él ya había desaparecido. Me eché en mi cama, saqué mi laptop y abrí mi Facebook, había una solicitud de amistad! Pensé que sería él pero era un tal "Juan Perez", pasó unos minutos y me dio un toque, estaba a punto de bloquearlo hasta que me mandó un mensaje.

"Hola, Laura. Soy Carlos."

Algo breve pero conciso. Hablamos horas de horas hasta las 2 de la mañana. Tenía 29 años. Vivía lejos pero podía ubicarme, por Plaza San Miguel. Ese lugar se volvió nuestro punto de encuentro muchas ocasiones. Decidí alejarme de Alonso hasta que me pudiera superar, eso de que este enamorado de mi no es tan chevere que digamos. Tiene tantas cosas por cambiar que se las diría después. Por ese tiempo estaba feliz con Carlos. Un chico tan encantador y hermoso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario